El Crimen de Allala


Introducción: A las personas que vallan a leer esto les va a llevar un tiempo (como toda historia policial), pero va a valer la pena!!! ojalá les guste,
                                            Apryl.

El Crimen de Allala

El dia 25 de julio del 2012, en Glew hubo un asesinato. Mi compañero Arthur y yo llegamos a los 5 días del asesinato. Cuando llegamos nos recibieron bien, excelentemente. Nos quedamos en el hotel Sheraton. El 1º día llegamos nos hospedamos y almorzamos, luego nos dirigimos al lugar del hecho. Nos encontramos con una farmacia llena de manchones rojos, y un cuchillo también con la misma sustancia. Al principio pensé que era sangre. Los sospechosos no eran muchos, esto facilito las cosas. Empezamos a investigar a los mas sospechosos, luego a los menos sospechosos: en este caso la abuela y el niño, ambos no tenían relación alguna con el hombre. Al hablar con el policía nos dijo que cuando llegaron no encontraron ningún cuerpo. Mi amigo Arthur exclamó:
-¡Pero puede ser posible!- a lo que sorprendidamente replique
-¡¿Pero se puede saber porque grita tan sobresaltado?!-
-Mi querida amiga, ¿Como puede ser que haya sangre y no cadáver?-
-Perdone, Arthur, pero yo no pienso lo mismo que usted acerca de que sea sangre. La sangre tiene un olor peculiar que esto no tiene. Si usted piensa en otro ejemplo, se debería disolver fácilmente en agua.
Al comentar eso Arthur tubo una gran reacción y me felicitó. Probo mi teoría, y efectivamente tenia razón, el dilema a esta altura era saber que era ese liquido rojo. Al llegar al hotel ya eran las 21:15 de la noche, Con Arthur fuimos a cenar dentro del hotel. Luego nos despedimos y fuimos a nuestros cuartos. A la mañana siguiente encontré una nota amenazante, y por lo escrito, me quede pálida. En el desayuno, Arthur minuciosamente se rió y comento:
-Mi querida amiga, se que usted es muy coqueta con su aspecto, de hecho su blusa naranja hecha en India, la cual se la compro cuando resolvimos el crimen de el cuadro emplumado, combina perfectamente con sus jeans y sus botas, y esos aros dorados son un toque magnifico, pero...- en ese momento me miro de reojo, yo lo mire sospechosamente
-¿Pero que?- pregunte
-Sus labios rojos, sus ojos pardos y su pelo negro, resaltan que se ah puesto pálida como la nieve. Y esta tan fría como cubo de hielo, dígame ¿Ah pasado algo?- preguntó
-No es lugar apropiado. Al terminar de desayunar se lo contaré, lo prometo.-
Como lo había prometido le conté lo de la nota, preocupado me pidió que se la mostrara. La nota parecía arrancada de otra hoja. Arthur la examino, me miro y me dijo:
-Señorita Katie, ah usted notado que muy a la punta de esta hay una sustancia de color parecido a el de la escena del crimen. Pues bien, si usted se fija bien se disuelve facilmente. Fijese usted.
Me mostro, y era lo mismo era... ¿colorante?, si era colorante para tortas y entre lo sospechos la señora que era pastelera era nuestra unica opcion. Ella vendia pasteles y era vecina del hombre muerto. Dentro de los posibles criminales ella era la menos probable ya que su aspecto nos había conmovido.
En estos momentos, temía estar sola. Tenía que estar con Arthur o en un lugar público, sin embargo cuando tuve un tiempo libre fui al shopping sola. Me despreocupe del caso y disfruté. A la noche me estaba por ir cuando apareció una viejecita con anteojos de sol, ropa roja y una capelina blanca. En ese momento empezó a aparecer por todas partes, me estaba volviendo loca, hasta que ella se aprecio por detrás, yo me asuste y me preguntó:
-Hija, ¿Le puedo hacer una pregunta?-
-Si, señora-
-¿Que hora es?
-Las 21:40, ¿Puedo preguntar por que?
-Si, es que tenía planeado secuestrar a una chica, ojos pardos, labios rojos y pelo negro. Se llama Kathelin Beatrix Kiddo, ¿La conoces?-
Cuando dijo esto mi corazón se paro y salí corriendo lo mas rápido posible, pedí un taxi y fui al hotel. Entre agitada y fui corriendo hacia los ascensores y me choque con Arthur, lo abrase, le pedí disculpas y me dijo sarcásticamente :
- ¿Disfrutando tu dia libre?-
Con cara mal intencionada y un tono burlón lo imite diciendo:
-¿Disfrutando tu dia libre?-
Por lo visto le agrado mi imitación y lanzo una de sus risas excéntricas y me dijo que lo acompañara su alcoba, sintiéndome mas aliviada le conté lo que había pasado. Esa noche comimos en su cuarto y nos quedamos hablando del crimen ya casi resuelto. Solo quedaba una cosa, que había pasado con el hombre.
Al dia siguiente me levante tarde, al mediodía, Arthur no me había despertado, al bajar para almorzar no lo encontré. Unos minutos después alguien se apareció a mis espaldas y dijo:
- Su nueva remera de gasa color Caribe resalta con su hermosa pollera y tacones negros. Sus aros y collar son igual que sus ojos, hermosos. Su pelo desprolijamente recojido, hace pensar que se levanto hace unos minutos. Muy lindo conjunto, Katie.
Por la descripción que hizo supe que era Arthur. Lo regañe por no haberme despertado cuando era correspondiente; se rió, me explicó que había estado en la sala, pensando en esta señora. Decidido, Arthur, me pidió que lo acompañara a la casa de la ora Allala, quedaba lejos y me dormí en el camino. Al llegar, la señora me miro como si no me conociera, mezclado con un poco de enojo, furia y preocupación en su mirada. Luego de inspeccionar toda la casa no encontramos nada salvo una dirección en la heladera que anote minuciosamente cuando nadie miraba. La dirección era Sánchez 1491, Palermo. Sin que nadie (Sra. Allala), sospechara me fui con Arthur a esta dirección y nos llevo a un edificio abandonado. No solo anote la dirección, fui mas astuta y anote el piso 3 y el numero de la habitación 31. Al abrir esta habitación encontramos a un hombre ileso pero atado con cadenas. Preguntamos quien había sido y respondió:
- La señora Allala, me ató aquí porque, desde que me case con su mejor amiga, se quedó sola y abandonada. Luego, su esposo murió, y trató de hacerme la vida imposible. Poco después deje a su mejor amiga, Madame Rush, y las dos trataron de hacerme la vida imposible. Esto pasó hace 10 años. El año pasado murió Madame y se quedo sola.- Arthur quedó pensativo cuando exclamó
-Katie, tenias razón era Allala. Hay que sacar a este pobre hombre de aquí y arrestar a Allala.-
Luego de un largo rato fuimos a la casa de Allala y no estaba, se había escapado!.
Como el pasaporte era para el 30 de agosto y era el 9 de agosto decidimos conocernos más y salir. Fuimos a cenar y comente:
- Arthur, tu camisa celeste de algodón mediterránea hace juego con tu saco y pantalones negros, hacen la perfecta combinación. Ademas tu piel tostada, tu pelo rubio y tus ojos celestes son la perfecta combinación.-
-¡Uau! Katie sabes mas de mi que yo mismo. Tu también estas bellísima- en ese momento me sonroje- tengo una pregunta Katie, ¿Como supiste que era Allala?
- Porque entre los sospechosos era la única pastelera...

Escritora: Abril Stokle

Comentarios

  1. Excelente trabajo. Pensaste en un móvil realmente original para este asesinato. La intriga en verdad se mantiene hasta los últimos párrafos. Los diálogos entre los detectives son simplemente deliciosos. Haz logrado un balance casi perfecto entre el género policial y la novela romántica... aunque debo decir que me llamó un poco la atención que estos detectives dejaran la resolución del caso tan de lado para dedicarse a disfrutar de su viaje por veinte días más. ¿Será el amor?
    Te felicito.
    10 (diez)

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