Adictos del consumo, presos de la falsa necesidad.

Muy pocas veces nos ponemos a pensar realmente que consumimos... o mas bien porqué consumimos. No hablo del consumo natural, ya que el humano por naturaleza siempre consumió y consume. Hablo del consumo no responsable, de la adicción a consumir mas que de necesidad.
Si uno piensa porqué cambia el celular a cada dos años la respuesta es simple: Porque el nuevo es mejor, el que tengo ya no sirve, se me tilda, no anda más, ya esta muy viejo. Es como si cada uno de nosotros estuviera programado para cambiar el celular 10 veces ya sea por estética o por funcionalidad. Y, a decir verdad, hay dos argumentos sobre este problema:

• Por una parte no es culpa del consumidor si no, de las empresas y los economistas. Programan la obsolescencia del objeto, es decir, hacen que el artefacto tecnológico (desde celulares hasta heladeras) duren cierto tiempo. Después de ese tiempo programado el aparato no sirve mas o empieza a "molestar". Esto se hace para que la economía de la empresa siga a flote y que la misma no quiebre.
  
• Por otra parte, ya tenemos incorporado, tristemente, el seguir esta cadena de eventos. Es una costumbre ya incorporada, como ya dije antes, ya sea por mera estética o por funcionalidad. Sin embargo nosotros somos presos de nuestra propia cárcel; es verdad, no nos dan mucha opción, pero es el mundo que construimos. El mundo del consumismo y de falsa innovación, del cual no podemos salir hasta implementar soluciones.