Ley Trans
La ley para incluir a Trans en empleos del estado cumple activamente con la definición de Trabajo Decente. La OIT (Organización Internacional del Trabajo) lo define como un empleo digno, donde se respetan los principios y derechos laborales, un ingreso justo y proporcional al esfuerzo realizado sin discriminación de género o de cualquier otro tipo, y también incluir el diálogo social y el tripartismo.
Como Página 12 bien menciona, el Estado integra a los trans en el trabajo alejándolos de la prostitución y “previniendo” la vulnerabilidad social y económica a la cual son expuestos. "Consideramos que la respuesta es favorable porque esta ordenanza es inédita y se trata de personas que en su mayoría viven en situación de mucha vulnerabilidad en lo social y en lo económico" explica Noelia Casati (coordinadora del área de diversidad sexual). También, al tener un empleo digno van a gozar de respeto tanto a sus principios como derechos laborales. Ya no hay posibilidad de discriminación en una entrevista de trabajo por cambiar de género, y de alguna forma al hacer una discriminación positiva son reintegrados a la sociedad. Además como “proyecto a futuro” se reintegrarían a la educación universitaria para poder tomar estos empleos propuestos por el estado. Una buen ejemplo de este cambio es la reintegración de una oficial a la policía a la que había echado por ser transexual. En nuestra opinión este cambio radical es un efecto muy positivo en la sociedad, ya que de a poco al reintegrar a la gente transexual las nuevas generaciones van a tomar el cambio como algo común y lo empezarán a aceptar.
En el artículo de La Nación, se habla de cómo hay muchísimos puestos vacantes de trabajo que están congelados debido a la falta de personal y, para cambiar esto, a partir de la reglamentación de la ley 14.783, se dará un cupo del 1% de los empleos públicos al colectivo trans. En la actualidad, los empleados públicos bonaerenses son cerca de 600.000. Por eso, se estima que el cupo de trans debería garantizar empleo a unas 6000 personas. Esta ley busca reparar las "ausencia del Estado". Ya que los trans son ciudadanos formales de Argentina, estos deberían como cualquier ciudadano sustantivo poseer derechos civiles, políticos y sociales. Según un informe de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (Alitt) la expectativa de vida promedio de una persona trans es de 33 años y las principales causas de muerte son el sida, la aplicación de silicona industrial (aceite de avión) y los asesinatos. La gente con estas caracteristicas debería tener las mismas puertas abiertas y oportunidades sin ser discriminados, dado que a lo que los diferencia del resto, no influye en su trabajo. Trabajamos también con el caso de Analía Daniela Pasantino, esta persona fue dada de baja hace 6 años por su identidad de género ilegalmente. Tras 9 años de apartarla sin apoyo de la ley se hizo un “acto de justicia” por el que la reintegraron. No solo devolviendole el trabajo que le habían quitado injustamente sino que además aceptandola como ciudadana y respetando sus derechos y la ley.
Como Página 12 bien menciona, el Estado integra a los trans en el trabajo alejándolos de la prostitución y “previniendo” la vulnerabilidad social y económica a la cual son expuestos. "Consideramos que la respuesta es favorable porque esta ordenanza es inédita y se trata de personas que en su mayoría viven en situación de mucha vulnerabilidad en lo social y en lo económico" explica Noelia Casati (coordinadora del área de diversidad sexual). También, al tener un empleo digno van a gozar de respeto tanto a sus principios como derechos laborales. Ya no hay posibilidad de discriminación en una entrevista de trabajo por cambiar de género, y de alguna forma al hacer una discriminación positiva son reintegrados a la sociedad. Además como “proyecto a futuro” se reintegrarían a la educación universitaria para poder tomar estos empleos propuestos por el estado. Una buen ejemplo de este cambio es la reintegración de una oficial a la policía a la que había echado por ser transexual. En nuestra opinión este cambio radical es un efecto muy positivo en la sociedad, ya que de a poco al reintegrar a la gente transexual las nuevas generaciones van a tomar el cambio como algo común y lo empezarán a aceptar.
En el artículo de La Nación, se habla de cómo hay muchísimos puestos vacantes de trabajo que están congelados debido a la falta de personal y, para cambiar esto, a partir de la reglamentación de la ley 14.783, se dará un cupo del 1% de los empleos públicos al colectivo trans. En la actualidad, los empleados públicos bonaerenses son cerca de 600.000. Por eso, se estima que el cupo de trans debería garantizar empleo a unas 6000 personas. Esta ley busca reparar las "ausencia del Estado". Ya que los trans son ciudadanos formales de Argentina, estos deberían como cualquier ciudadano sustantivo poseer derechos civiles, políticos y sociales. Según un informe de la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (Alitt) la expectativa de vida promedio de una persona trans es de 33 años y las principales causas de muerte son el sida, la aplicación de silicona industrial (aceite de avión) y los asesinatos. La gente con estas caracteristicas debería tener las mismas puertas abiertas y oportunidades sin ser discriminados, dado que a lo que los diferencia del resto, no influye en su trabajo. Trabajamos también con el caso de Analía Daniela Pasantino, esta persona fue dada de baja hace 6 años por su identidad de género ilegalmente. Tras 9 años de apartarla sin apoyo de la ley se hizo un “acto de justicia” por el que la reintegraron. No solo devolviendole el trabajo que le habían quitado injustamente sino que además aceptandola como ciudadana y respetando sus derechos y la ley.
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